Yo siempre estoy preguntando
Como lo anuncia el título, Yo siempre estoy preguntando asume —como premisa y finalidad— el reto de ir desentrañando algunos de los posibles «misterios» que enfrentan los niños de la primera edad, esos que día a día transitan por la vida con las humanas ansias de conocer. Concebido a la manera de un juego didáctico, el cuaderno de décimas, casi siempre antecedidas de hábiles cuestionamientos en prosa, consigue desde el principio atrapar a aquel lector ávido de divertirse y aprender con la pícara ingenuidad de quienes, en un momento de su existencia, habrán de situarse del lado de allá del signo: los que dan luz. Libro ameno, breve; tanto que reclama de por sí una nueva incursión del autor en esos gratos caminos que conducen al saber.