Reseña

Todo proceso productivo requiere un estricto control de la calidad. Durante algunos procesos resulta suficiente controlar la calidad de la materia prima que entra al proceso y la del producto terminado. En otros casos es indispensable controlar la calidad de los productos intermedios, colaterales, subproductos y el producto final. La fabricación de azúcar es un buen ejemplo de un proceso que no sólo requiere el control de la calidad de la materia prima (la caña) y del producto final (el azúcar), sino también de los productos intermedios (jugos, meladura, mieles, etc.), de los productos colaterales (bagazo, cachaza) y del subproducto final (miel final). El adecuado control de las características esenciales de cada producto involucrado en el proceso permite tomar las medidas que conduzcan a incrementar el rendimiento y la calidad del producto final: el azúcar.