El Mirón de Jagua
Han pasado más de doscientos años de la fundación de
Fernandina de Jagua y los cienfuegueros atesoramos oral-
mente las memorias de nuestras familias. En 2003 me encon-
tré con la bien arropada oralidad de la familia Castiñeyra,
proveniente de Trinidad y radicada en Cienfuegos desde la
segunda mitad del siglo xix. Fue así como Rosalía Castiñeyra,soprano de la Coral del padre Urtiaga, actriz dramática de la
Radio cienfueguera en la década de 1930, y posteriormente de
la Sección de Declamación del Ateneo; la Rosita en la zarzue-
la Flor de mayo de 1939, una mujer con vocación de maestra,
las repitió hasta la saciedad a sus sobrinos, tal como ella las
escuchó.
En tardes sucesivas, si quien escribe llegaba a tiempo
para una tizana o el café, ganaba el derecho de escucharlas de
su boca y cuando Rosalía abandonó el mundo de los vivos, me
seguí informando por su sobrino Miguel Prieto Castiñeyra,
hasta que inesperadamente él la siguió.
Hoy, en ausencia de ambos, me atrevo a revelar esas
narraciones de forma escrita ante el temor de que se pier-
dan. Otras tantas, las rescaté entre las personas de la zona
del Castillo, Cayo Carenas y coterráneos, como parte de las
indagaciones para el programa televisivo Semilla nuestra que
desde 2001 realizo en Perlavisión.