Reseña

El sector agrícola se constituye en proveedor de alimentos, materias primas y energía, y es un eslabón fundamental en las cadenas agroindustriales de producción, como fuente de empleo e ingresos por exportación. Su desarrollo requiere de recursos financieros difíciles de obtener, tanto de fuentes internas como externas, por las peculiaridades, complejidad y riesgos comunes de esta actividad.
La administración de los procesos económicos debe realizarse desde un enfoque práctico que permita arribar de manera sostenible y en plazos aceptables a los resultados esperados en las complejas situaciones que vive la economía cubana y para ello los gestores de la dirección en la agricultura deben contar con herramientas sistematizadas en la praxis científica del quehacer cotidiano.
Es por ello, que no es propósito de esta reflexión cuestionar ni debatir sobre los valiosos resultados que sobre la gestión agraria tienen las prestigiosas universidades e institutos politécnicos agrarios del país, ni mucho menos teorizar sobre las diferentes cuestiones de pensamiento que están presentes hoy en muchos libros de “Gerencia” que se han escrito por científicos y directivos sobre la ciencia constituida e incluso el reflejo de las experiencias de lo que aprendieron en la interacción con directivos, subordinados, o consultores; sino proporcionar una serie de “Tips” que permitan contar con herramientas simples para contribuir a mejorar la labor de dirección que se ejerce a todos los niveles en la actividad agrícola del país.