Entre la oratoria y la oralidad: 100 interrogantes a la luz del Código de Procesos
Sin menoscabo de los valores teóricos de este material, antes ponderados, la mayor novedad estriba, a criterio de este prologuista, en las múltiples herramientas, recomendaciones y consejos que ofrecen sobre el adecuado uso de la palabra en los estrados judiciales, para alcanzar el cometido esencial de la oratoria que es lograr persuadir a los jueces sobre una determinada tesis de defensa.
En la tesitura de ofrecer a los noveles abogados las mejores fórmulas posibles para convencer a los jueces sobre una tesis de defensa, las autoras se adentran en el amplio mundo de la argumentación jurídica, en el que la oratoria no se limita a la belleza del lenguaje, o la proyección homérica de un alegato forense, sino en garantizar que, con un amplio conocimiento del Derecho, se logre que la palabra se convierta en una herramienta eficaz que enaltezca la profesión jurídica.