Díptico
Tratado sobre la emoción y Cementerio de elefantes pueden ser replicadas hasta el absurdo, reinventarse en ediciones nacionales y foráneas y nunca dejarán de ser dos obras originalísimas. Han sido escritas no solo para las tablas, hay prosa y poesía en cada letra.
Lo nuevo, lo insólito en la pluma de Fabián reside en la sorpresa de la próxima línea. El lector nunca imagina lo siguiente, está guiado por lo absurdo de no saber; por el deseo de perderse.