El crimen de la calle Arauco
La historia se teje; la anécdota enrumba. El crimen de la calle Arauco es simbiosis. Con pericia, lenguaje autóctono, y color local que asombra, este es texto que invita a leer de principio a fin. La trama recrea el Chile de posguerra, rural, en Ovalle; espacio que se presta para dar una imagen certera del conservadurismo de la sociedad. Con el personaje de Chico Díaz, Iván nos regala un retrato admirable de época y entorno, en ficción que manifiesta su vocación por la magia y el ingenio de los latinos. Dea constancia sobre la confluencia casi nunca armónica entre clases de cuello blanco y los eternos relegados.
Lo sorprendente aquí se hace habitual; lo inefable, creíble; lo sagrado, profano. ¿Qué fue, qué es la realidad chilena sino réplica de la que discurre en Latinoamérica? Esa que se debate entre pasado, presente y futuro; entre ungidas deudas, truncos empujes, y la eterna bendita esperanza.