La vendedora de palomitas
La vendedora transita las plazas: Mi negocio es vender palomitas, así me prevengo de las muertes financieras. Sin embargo ofrece más, ofrece una poesía libre de todo esquematismo a través de una mirada multidimensional de su realidad, ¿la nuestra?, a través de un discurso poético muy bien hilvanado en el que ella es protagonista y nosotros su inevitable público, pues: Las grandes multitudes gustan de comer palomitas.