Un asunto mortal
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Con la ironía de quien ha alcanzado la madurez creativa a pesar de su juventud, el autor, con su capacidad cinematográfica de observación descarara las paredes de la Isla y nos muestra los ángulos, que de tan cotidianos, se nos han vuelto invisibles. Este poemario desprende un ácido purificador sobre la fijeza de las estructuras de poder; interrogantes, controversias, el hombre enfrentado a la ridiculez de posturas tan inflexibles que provocan hilaridad, y el poema como espejo de la sociedad, convergen en esta propuesta totalizadora. Los poemas sin título constituyen un largo discurso frente al que no podemos permanecer inmutables, porque se trata del discurso de nuestra sobrevida. Perturbador, turbulento, alarmante.