Al son de la Calavera
En este libro se cuenta una historia de Holguín ubicada en el año 2901. La ciudad y sus habitantes viven en un futuro distópico que provoca risa y reflexión. Puede leerse como novela y si el lector lo prefiere, como conjunto de cuentos, donde Andrés Cabrera retoma el discurso de Reinaldo Arenas y por supuesto, de su maestro, el gran Virgilio Piñera. Por eso aquí el humor negro y el absurdo se confabulan para narrar acontecimientos que distorsionan nuestra realidad y nos hacen mirarla con el ojo crítico necesario. Es la manera que usa el autor para anticipar ciertas fallas sistémicas que inducen a la enajenación, y resulta perfecta en esta obra donde encontraremos personajes de la vida real, trasmutados en símbolos que proponen las historias individuales a modo de parábolas. Se usan varios sujetos narrativos, incluso el punto de vista de una de las lomas que coronan la ciudad. Y hay una jicotea que canta, zarigüeyas asesinas, una poetisa virgen y un dominador macho alfa que reina a puro compás erótico sobre los habitantes de la ciudad-estado. En resumen, un caos lleno de gracia y cubanía.