El lenguaje corporal. Las claves somáticas de la conducta
Un ejemplo de cuanto antecede se da en los llamados cuatro gigantes
del alma: el amor, el odio, la ira y el miedo. Los dos primeros,
antagónicos entre sí, precisan de una elaboración de criterios para estructurarse;
los dos segundos no. Tanto la ira como el miedo son funciones
que, con base lógica o sin ella, forman parte de las premisas
subsistenciales, a través de las cuales el individuo se precave ante lo
que interpreta como una amenaza o peligro. En un animal puede haber
aprendizaje que condiciona la ira o el miedo, pero no hay intelecto
que lo califique.