Domingo Blanco
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Estas páginas nos entregan experiencias e inquietudes comunes y al mismo tiempo únicas, porque han sido expresadas desde una individualidad muy personal. Creo que podríamos afirmar, sin temor a equivocamos, que en el centro de los poemas que integran este libro hay un erotismo hondamente vivido y de profundas raíces, desplegado en las diferentes maneras que va asumiendo el recuerdo en la sensibilidad creadora de esta poetisa, siempre atenta, aunque no nos percatemos de ello en todo momento, al tránsito de la realidad y de las múltiples impresiones que van despertando en ella al paso de su existencia cotidiana. [...] Las maneras y el estilo de esta poesía son de una singular sobriedad, de una mesura muy grata, de una fineza que estimula en los lectores el agradecimiento.