Mi tio el empleado
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Con esta obra Ramón Meza aporta un clima muy particular de la realidad de su tiempo y lo hace con extrema lucidez al desenmascarar a un hombre con dos caras: Vicente Cuevas, inmigrante español que llegó con alpargatas desde su lejana tierra y devino, sobre el pedestal de la marrullería, el conde Coveo.
Mi tío el empleado se detiene en un aspecto de esa vida colonial: el del enriquecimiento ilícito, el de las trapisondas mercantiles, el robo y el cohecho. A Ramón Meza le interesa la vida de la ciudad. Los empleados, los abogados, la burocracia, la corrupción, dan el tono a la vida cubana.